Hace unas semanas, con motivo de comenzar la búqueda de información para el Trabajo Fin de Máster, me inicié en el uso de Scopus, y me pareció una herramienta muy útil, uno de esos descubrimientos que a uno le hubiera gustado conocer antes. Pues bien, tras el desarrollo de la clase del martes anterior y las explicaciones de Joaquín sobre muchas de las posibilidades de su uso, mejoró aún más mi opinión sobre Scopus.
En fin, parece que no han acabado ahí las bonanzas de lo aprendido de la clase anterior y tras el registro en Scopus y en RefWorks, he vuelto a sorprenderme, al comprobar lo práctico y funcional que es el uso combinado de ambas herramientas. Para personas esencialmente desordenadas y distraídas, como es mi caso, puede ser una forma excelente de encontrar y ordenar las publicaciones que se van necesitando.
Crítica al índice h. (Encontrado en una publicación de la Universidad de Sevilla)
- No es muy difícil comprender que el índice h puede llevar a confusiones en cuanto a la importancia de un científico, porque al estar limitado por el número de publicaciones totales, un científico de corta carrera está en clara desventaja y no se considera la importancia de sus primeros trabajos en una medida correcta. Adicionalmente, algunas desventajas del factor de impacto se aplican a la vez al índice h. Por ejemplo, los artículos de revisión tienden a tener mayor cantidad de citaciones que los artículos originales, así que un autor hipotético que sólo escribiera revisiones obtendría un índice h mayor que el de los científicos que aportan trabajos originales.
- Finalmente, se ha notado que el índice h resta énfasis a la importancia de trabajos singulares, dando valor a la productividad. En efecto, dos científicos pueden tener el mismo índice h, digamos, 30, y uno escribió un trabajo con 200 citaciones y el otro no ha escrito ninguno con más de 30. Se han hecho varias propuestas para modificar este claro error, pero ninguno ha sido adoptado universalmente.
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