Hablando de patentes, no podemos obviar a Jerónimo de Ayanz. Éste insigne ingeniero navarro que sirvió a Felipe II y Felipe III, tenía un perfil polifacético "renacentista".
Además de ingeniero y militar, fue un renombrado músico, pintor y rejoneador. En el siglo XVI-XVII patentó varios inventos llegando incluso a defenderse frente a copias de los mismos desplazándose para ello a Inglaterra.
Aunque no tiene reconocimiento mundial, es un hecho comprobado, verificable y documentado que inventó, patentó y utilizó industrialmente en 1606 la primera máquina de vapor para aplicaciones mineras. Se adelantó en un siglo a la patente de Thomas Savery.
El vapor lo empleó en aplicaciones varias: Desagüe de minas, renovación de aire e incluso una especie de aire acondicionado haciendo fluir aire impelido por vapor a través de una nevera.
En relación con la naútica, construyó trajes de buceo. En 1602, mantuvo a un hombre sumergido 3 metros en el Pisuerga delante de Felipe IV más de una hora. El límite lo puso el aburrimiento del rey (quizá el monarca no apreciaba mucho la inventiva).
También fué precursor del submarino construyendo una barca sumergible hermética con renovación de aire, guantes para recoger objetos desde el interior y remos para desplazarla.
Otros ingenios dignos de mención y casi siempre relacionados con la extracción y el procesamiento de minerales son un sin número de destiladores, molinos "de sangre", hornos de fundición, bombas de émbolo y balanzas de precisión. De éstas últimas él mismo decía "que pesaban la pierna de una mosca"
Viendo su obra, dibujos y descripciones, no hay duda de que las realizaciones del personaje reunían los tres requisitos para patentar:
- Novedad: Hacía algo que no existía previamente
- Inventiva: No eran obviedades. Requerían esfuerzo intelectual y técnico
- Explotabilidad: Las creaciones eran prácticas y explotables.
Sirva esta breve reseña como un humilde reconocimiento a sus méritos.
No es por ser malo pero... ¿alguien lo conocía antes de que se hiciera el centro?
ResponderEliminarEn cualquier caso nunca es tarde si la dicha es buena. ¿Nos estaremos perdiendo muchas otras figuras navarras?. Yo no sabría decir ninguna.